En esta vida mantente bien atento,
con tus ojos bien abiertos y
con tu oído y olfato siempre atinados
para encontrar los grandes tesoros que tiene el mundo.
Para eso viaja, visita, conoce, observa, revisa, descubre…
Busca en donde nadie más buscaría.
Pregunta en donde ningún otro preguntaría.
Dale importancia a las insignificancias de la vida,
Réstale a las y los que se dicen importantes.
Esmérate por siempre proyectarte auténtico,
verdadero, sin máscaras.
Muestrate tal cual eres frente al mundo,
frente a la gente, pero sobretodo frente a ti mismo.
¡Conoce! conócete y reconoce a quien se te aparezca en frente,
no importa el tamaño, no importa la edad, no importa la etnia, no importa su género.
¡No importa! ¡Simplemente conoce!
Descubre ese mundo que se presenta ante ti.
Pero cuidado… ¡Desconfía!
Desconfía de cada uno de los que te rodean.
Encuentra el balance perfecto entre
lealtad, confianza y desconfianza (si lo logras avísame).
Repito… ¡Desconfía! Desconfía tanto de los otros como de ti mismo.
Nunca permitas que te pisoteen, nunca permitas que te mangoneen;
jamás permitas pisotearte ni mucho menos mangonearte.
Cree en ti, vive por ti.
Enorgullécete de ti mismo, de tus acciones.
Considérate tu héroe, tu ídolo…
Que cada día vivido,
que cada meta alcanzada,
que cada objetivo logrado
sea razón de fiesta y felicidad.
Minimiza tus defectos y problemas;
maximiza tus virtudes y alegrías…
Pero preocúpate y ocúpate de ambos.
Has algo por ellos, por solucionarlos, por mejorarlos.
Vive. Pero vive feliz, positivamente.
Ten fe en ti y en los demás.
Considera cada reto, cada prueba, cada día por vivir
como una etapa a superar.
Sigue el camino que consideres apropiado.
Vive cada día al máximo
disfrutando de tus éxitos y fracasos.
Mira hacia atrás de vez en cuando,
siempre es bueno añorar el pasado…
Pero repito: Añorarlo.
Nunca es conveniente estancarlo.
Carlos Morales N.
01/01/08
No hay comentarios:
Publicar un comentario