En este blog podrán encontrar de todo un poco, como su nombre muy bien lo dice: Artículos, fotos, vídeos y opiniones realmente variadas ya sea que yo las haya escrito, que alguien me las pasara o que me las haya encontrado en la web.

18 nov 2007

I

Hoy desperté y el sol no brillaba más,
una tenebrosa tiniebla rodeaba todo mi alrededor.
No entendía nada, no comprendía nada;
solo ocho horas antes había abandonado el mundo
para introducirme en el de mis sueños...
y si mal no recuerdo no era un caos como lo encontré al despertar.
¿Qué sucedió?¿De qué me perdí?¿Por qué nadie me despertó?
De hecho... ¿Donde están todos? ya llevo más de dos horas despierto
y no he visto a una sola alma pasar junto a mí!
¿Qué se hicieron?¿Por qué se esconden? ¿Qué me esconden?
Ahhhhh no entiendo! no comprendo!
¿Dónde están mis padres?¿Mis hermanos?¿Mis amigos?
¿Adónde fueron todos?¿Por qué me abandonaron en medio de la nada?
Sí de la nada! poco a poco, conforme pasaban los minutos los objetos
fueron desvaneciendo. Ahora estoy yo, SOLO, aquí, con miles de preguntas,
ninguna con respuesta, en medio de la nada.
Me acompaña tan solo la débil silla en la que estoy sentado.
No logro ver más allá de un par de metros de distancia.
¿Qué habrá después de esa pared de niebla?
¿Quién estará detrás de esa pared de niebla?
¿Habrá algo ahí?
¿Habrá alguien ahí?
¿Estará sufriendo?¿Estará pensando lo mismo que yo?
Ya basta de preguntas! no hago nada sentado en esta enclenque silla,
debo arriesgarme, enfrentar mis miedos,
debo ir más allá de esa pared de niebla.
¿Qué me espera?
No lo sé!
Pero sea lo que sea de seguro será mejor que esta nada.

17 nov 2007

Enfoque- La Nación, Jueves 15 de Noviembre del 2007

Nacion.com






Jorge Vargas Cullel | jovargas@nacion.co.cr.

Enfoque

Politólogo

Sé exactamente dónde estaba, el día en que el Gobierno anunció que suspendía la importación de petróleo. Atrapado en una interminable presa, sufría pensando que, si no salía pronto del enredo, llegaría muy tarde al baño. A mí los grandes acontecimientos siempre me pillaron con los pantalones abajo.

¡Qué imbécil! –me dije– ni me lo olí. Sabía que la cosa andaba muy mal cuando el petróleo sobrepasó los $300 por barril y anunciaron racionamientos. Hubo quejas y más de un partido de derechas argumentó que se estaban coartando las libertades individuales. Desde hacía años, los precios no cesaban de aumentar debido a la voraz demanda de India y China, las nuevas potencias; por su parte, Estados Unidos y los europeos no vendían y, más bien, compraban y cuidaban sus reservas. De vez en cuando recordaba los felices años al inicio del siglo XXI, cuando, con el petróleo a solo $100, apenas gastábamos el 7% del PIB en comprarlo.

Creo que todos intuíamos lo que se venía, pero nos hicimos los tontos. Eran los tiempos de la gran locura. Las políticamente poderosas agencias de carros vendían cada vez más, a sabiendas de que no había futuro; los bancos daban préstamos casi regalados para comprar autos, para deshacerse del exceso de liquidez, pero no para apoyar la producción; los Gobiernos renovaban las concesiones del cada vez peor transporte público, sin decir ni mu ni exigir nada, y lo de los trenes urbanos, una necesidad, se había vuelto “pura paja”. ¡No habíamos hecho nada para prepararnos!

O mejor dicho: lo hicimos todo mal. Frente a Cahuita, las viejas plataformas chinas eran un montón de herrumbre. En pocos años se acabó el petróleo, pero para entonces ya habíamos jodido el litoral. Nos volamos dos parques nacionales (uno de ellos el famoso Corcovado) para sembrar caña, pues Venezuela había prometido (y nuestro Gobierno también) que, si se la vendíamos, nos darían el etanol más barato. El problema fue que los suecos pagaron más y nos madrugaron.

Las noticias de la radio me quitaron de un solo sopapo las ganas de ir al baño. “¿Y qué rayos hago ahora?”, pensé. De manera casi instintiva apagué el motor, abrí la puerta y salí. Estaba como sonámbulo. Caí en la cuenta de que todos habían hecho lo mismo. La cara petrificada del tipo de a la par, el del ostentoso VMW-8000, era un poema. Dejé botado mi auto, con todo y las llaves puestas, y me fui caminando a casa. Miles hicieron lo mismo. Daba igual. Atrás quedó un inmenso desparrame de carros que en breve fue un tremendo chatarrero en plena zona chic.

Hoy llueve a cántaros, estoy viejo y hace frío.

14 nov 2007

ya crecimos...

Ya crecimos... fue rápido yo lo sé...
talvés no disfrutamos al máximo de esos días de infancia e inocencia...
talvés por eso no nos formamos como algunos habrían deseado...
pero ahora, no hay nada que hacer.

ya crecimos... sí, ya crecimos
aunque algunos deseen obviarlo y nos traten como niños.
Ya crecimos... no les queda de otra que aceptarlo!
ya no somos esos niños pequeños que no logramos cuestionar sus decisiones.
Deben aceptarlo, no pueden continuar en ese sueño!
Somos personas*, como usted, como él...
Tenemos mente propia, sabemos lo que deseamos,
lo que queremos...
y no solo lo sabemos, sino que lucharemos por lograrlo!
Aún cuando nuestras decisiones no les parezcan las mejores,
lo mejor que pueden hacer es apoyarnos y aceptar lo que nosotros deseamos.
Es más fácil seguir nuestros ideales con ustedes que contra ustedes...

Y en temas un poco menos serios,
deben también darse cuenta que crecimos...
deben darse cuenta de que no somos niños
y no pueden tener bajo control
todo lo que hacemos, nos ponemos y decimos.

Deben descubrir que es tiempo de iniciar una nueva etapa.
No podemos estancarnos en tiempos pasados.
Tiempos que disfrutaron, que disfrutamos,
pero que finalmente se acabaron...

Deben abrirse al futuro,
dejarnos vivir
y permitirse vivir...
disfrutar de estos nuevos espacios
en los que podrán realizar miles de actividades
que gracias a nosotros no podían...

Es difícil acostumbrarse,
es difícil aceptarlo,
pero de seguro lo lograrán
y experimentarán de la mejor manera esta nueva etapa que deben afrontar!


*y no digo que los niños no lo sean, me refiero al razonamiento, a la capacidad de argumentar y refutar ciertas actitudes impuestas por las autoridades.

10 nov 2007

Palabra...
conjunto de sonidos o de letras que representan un ser, una idea.
buena definición para un diccionario. Una definición fría, formal, la definición que todos deseamos oír...
Lamentablemente, una palabra no es eso! No!! No lo es! Una palabra es un arma! sí, un arma! al igual que los tanques, los misiles, las pistolas, los palos, cuchillos, tacones, lápices y todo otro tipo de armas. Sí, es un arma y un arma bastante complicada y dolorosa.

TODOS debemos tener mucho cuidado cuando la utilizamos. Sí, muy fácil, hablar por hablar, decir por decir, cantar por cantar, actuar por actuar... pero ¿y después?

¿Por qué no consultamos, analizamos y pensamos nuestras palabras antes de decirlas? (en este sentido me declaro hipócrita, porque para mí, la vida no es una estrategia... debe ser espontánea y debemos decir TODO lo q deseamos y sentimos).

Es bueno decir lo que uno piensa, claro, así es como deberíamos vivir, pero... también si vivimos así, debemos estar preparados para las consecuencias que conllevan nuestras palabras. No es cuestión de decir: lo dije, y qué? ya pasó, lo dije, y ahora simplemente se obvia.

Cuando vamos a hacer uso de esta arma, una de las más poderosas, debemos tener el cuidado y estar completamente seguros de lo que estamos diciendo o haciendo... de seguro, de esta forma nuestra vida sería mucho menos complicada (como si en realidad lo fuera, jajaja)...

Así que porfa intentemos darle a las palabras su importancia necesaria, aclarar lo que deseamos decir con cada una y así evitarnos malinterpretaciones, mejoramos nuestras relaciones interpersonales y nos ahorramos miles de problemas!